lunes, 24 de octubre de 2011

Ya ves.

Está claro que nadie se acuesta queriendote a morir y se levanta odiandote, o si. Porque todo lo que ha pasado en las últimas horas me ha hecho dudar de lo que hemos vivido estos meses, de todas esas palabras que han salido de tu boca y que, ahora ya no sirven para nada. Has derrumbado mi mundo con tres palabras y en apenas unos segundos... Quizas sea mejor no darle mas vueltas y aceptar tu decisión, dejarte en paz de una vez y asimilar que ya no me quieres o es que ya no quieres quererme. Empezar a acostumbrarme a sentir tu ausencia día tras día. Hacer de mi almohada mi mejor aliada en las noches en las que solo necesito llorar. Sentirme sola, sin ti. Seguir esperando tus mensajes y tus llamadas por las noches. Espeando a que mi movil suene, sin obtener resultado alguno. Como de costumbre.

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