domingo, 23 de octubre de 2011

Sola, como cada noche.

"Es demasiado tarde". Son las palabras exactas que me dices cada noche. Noches en las que intento autoconvencerme de que esta te quedaras conmigo y que me despertaré con el sonido de tu respiración por la mañana. Pero no. Las noches que se consumen como esa vela, a un ritmo acelerado mientras estás conmigo y que se detienen en cuanto te vas, como si el fuego ya no quemara, como si esa vela ya dejara de consumirse. El tiempo que ya no pasa si tú no estás. Las palabras cada vez que me dejas así, en esa cama. Sin darme ni tiempo a decirte que te necesito ahí, necesito que no te vayas, aunque solo sea por esta vez. Mientras pienso como decírtelo, tú ya te has vestido, me has dado un beso fugaz y te has ido por esa puerta. Otra noche más. Sin apenas despedirte y dejándome sola, de nuevo. Prometiéndome a mi misma que la próxima vez te lo diré. Sin dudarlo.

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