Summer.

Sol, playa. Tan solo escuchas el ruido del mar y de las olas que baten contra un muelle. Calor, pero no asfixiante. La arena caliente entre tus pies. Tumbada en una toalla notas la suave brisa del mar y el sol que da de lleno en tu espalda. El agua congelada, como de costumbre. Unos niños jugando y un helado que sabe a verano.

Estupideces.

Llamadas a las tantas de la madrugada, un té de vainilla, unos tacones altos y un libro sin acabar mal puesto en una estantería. Una noche de tormenta, besos a deshora y una canción que se repite sin pausa. Un sin fin de estupideces sin sentido que te encantan.

Felicidad.

Y es que de que sirve negarlo, te ríes por cualquier tontería que salga de su boca  y en muchas ocasiones sin motivo, hasta te gustan algunas cosas a las que antes no le dabas ni la más mínima importancia. Tontería en estado puro. Te has vuelto un poco más cursi, empalagosa y cariñosa. Te pones como loca por cualquier cosa, cualquier detalle por muy insignificante que sea, da igual pero sólo con una condición, que este relacionado con él. Intentas no darle importancia, aparentar que todo sigue igual. Ni te inmutas. Pero cuándo te paras a pensar te das cuenta de que no te reconoces y por un momento te asustas y piensas que eso no puede seguir asi, "yo no hacía esas cosas". Pero y que mas da si le quieres a mas no poder. Ahora eres realmente féliz.

No lo dudes.

Yo no puedo prometerte un para siempre, pero tampoco un hasta nunca.

Risas y tonterías

Eso siempre fue lo nuestro unas cuantas tonterías y una buena dosis de risas. Una tarde de peli, sofá y palomitas o al sol en una toalla. Jugando a las cartas o frikeando en un ordenador. Apalancadas en un bar media tarde o caminando kilometros y kilometros hasta no poder más. Bailando como locas un sábado por la noche o en el tuenti desvariando. Da igual dónde, cómo, y cuándo pero siempre con vosotras. Lo mejor de lo mejor.

Ella.

A la que solo le gusta el humo que sale de su boca.

Carpe diem.

Pero ahora, disfrutemos del momento y olvidémonos del resto.

Ya sabes, quien la sigue la consigue.

Llamadas sin respuesta, besos no correspondidos y mensajes que nunca fueron enviados. Si, mensajes que tú tienes guardados y que nunca han sido enviados, nunca te has atrevido. Dices que tienes miedo, ¿a que? ¿a un no por respuesta? También dices que ni siquiera sabe que existes, pero claro eso es lo que tu te crees o lo que quieres ver. Déjate querer, arriesgate y... ya sabes, quien la sigue la consigue.

I love you.

Ausente.

Ultimamente, para que negarlo, le ha cambiado el humor considerablemente y como no, para mal. Ya no se ríe ni bromea como antes. Está ausente, no habla con nadie y parece que todo le da igual. Se comporta como si no le importara nadie. Aun que bueno, eso de nadie habría que matizarlo, porque todos saben quien le importa de verdad. Ese "alguien" por el que lo dejaría todo y a todos y que ahora ya no está. Y lo peor es que por el momento no hay señales aparentemente claras de que vaya a volver. Mientras tanto, todo indica a que él seguirá ausente.

Todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor.

Besos, abrazos, caricias... Algún que otro suspiro y un te quiero al oido, una tímida sonrisa que se dibuja en tu cara inconscientemente. Aun que no te guste admitirlo te encanta, él y eses momentos que no cambiarías por nada del mundo. Momentos en los que si pudieras pararías el tiempo sin pensártelo dos veces.Luego silencio, más besos y miradas que lo dicen todo en tan solo un instante

Discusiones...

Gritos sin tregua. A todas horas, sin descanso. Parece que cada vez que abres la boca la cagas, todo lo haces mal. Ya no sabes si es el mundo que va en sentido contrario o eres tú la que va en la dirección equivocada. Buscas un refugio, un lugar en el que nadie te grite, ni critique cada movimiento o cada decisión. En el que poder ir a tu royo y hacer lo que te de la gana. Un lugar en el que nadie se meta en tu vida y en el que poder aislarte del mundo si eso es lo que en realidad quieres.

Días grises

Días en los que lo ves todo gris, por no decir negro... en los que deseas no haberte levantado de la cama. Días que nos gustaría sacar del calendario, hacer que desaparezcan sin dejar rastro. Porque al fin y al cabo todos tenemos días malos en los que se te cae el mundo encima por cualquier tontería... Pero, a veces hasta eses días valen la pena si acaban con un abrazo de la persona indicada.

...

Aquella playa en la que sobraron las palabras.

Él y ella.

Como la playa y la montaña, el frío y el calor, la luna y el sol. Como el silencio y el ruido o la soledad y la compañía. La música clásica y la heavy , el amor y el odio, ganar o perder, si o no, la noche y el día o el blanco y el negro... Dos polos opuestos, aparentemente destinados a atraerse.

Decisiones.

Momentos en los que no me entiendo ni yo, quizás no sepa lo que quiero. Pero en aquel instante había que tomar una decisión. Tirarse al vacío. Todo o nada, asumir responsabilidades y arriesgarse. Porque no todo se soluciona a un cara o cruz.

Vivir en las nubes.

Vivir en una nube, sin enterarse de nada. Sin reglas, horarios ni castigos. Siempre a tu bola haciendo lo que te da la gana, lo que más te gusta o, simplemente la locura que nunca te atreverías a hacer en condiciones normales. Risas, risas sin ningún sentido y sin motivos aparentemente chistosos ni graciosos... Tonterías a todas horas, una tras otra. Vivir estando como una cabra sin que el resto del mundo te comprenda y como no podía ser de otra forma, sin que te importe lo más mínimo lo que piensen.

Días malos.

Y es que cada vez que hablo contigo me derrumbo. Da igual todo lo que me hayas dicho o lo que hayamos pasado. Tienes esa capacidad tan tuya que da de lleno en mi punto débil, y lo sabes. Sueles sacar lo peor de mi y en contadas ocasiones algo bueno pero, aun que parezca que no me importas lo más minimo, en mis días malos creo que aún te quiero.

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Te pones los cascos y subes el volumen hasta no escuchar nada de lo que ocurre a tu alrededor, la verdad es que te da todo un poco igual. Luego te tumbas en la alfombra y cierras los ojos. Cantas, cantas como si estuvieras en la ducha una tras otra tus canciones y grupos favoritos. Marea, El Canto Del Loco, Extremoduro, La Fuga... Te relajas y, por un momento te olvidas de lo que pasa ahí fuera, disfrutas de tu soledad. ¿El fallo? la música se acaba y con ella vuelves al mundo real, de nuevo.

El laberinto.

Al final todos acabamos entrando en ese juego, en un jodido laberinto sin salida por el que solo damos vueltas sin sentido, sin poder avanzar. Estancados sin remedio ni solución. Da igual que opción escojas. Derecha o izquierda, hacia delante o hacia atrás. Una vez dentro no hay un camino correcto.

El destino.

Y, ¿que es el destino? Dicen que es un poder sobrenatural e inevitable que guía la vida. Para mi es cómo una autopista sin salida, sin alternativas ni segundas opciones... Pero, ¿sabes? A mi siempre me han gustado los desvíos, las carreteras secundarias y sobre todo esquivar al destino y su linea recta.

El libro.

Tarde, tarde oscura, de lluvia y tormenta. En la calle coches, atasco, pitidos, estres... Mientras tanto tú te deboras un libro, o debería llamarle “el libro”. ¿no crees? Cada tarde a la misma hora y donde siempre lo lees, lees “el libro” casi de principio a fin. Y digo casi porque tú y yo sabemos que en nuestra historia no hay último capítulo.

Dreams.

Y de repente te das cuenta de que has fracasado, de que nada te sale bien. Pero sobre todo de lo que en estos momentos te parece lo más importante,y es que en los sueños no hay marcha atrás ni segundas oportunidades.

Tú.

Me siento a escribir. Cojo un boli y un papel y,sin darme cuenta empiezo a plasmar en esta hoja palabras que a simple vista no tienen ningún sentido. No se ni por donde empezar ni que escribir... Podría decir lo mucho que te quiero y sería cierto, o que te necesito aquí conmigo... pero... no estoy aquí para expresar mis sentimientos hacia ti. O por lo menos esa no era mi intención, pero ahora me paro a pensar y eso tampoco lo sé, aun que, claro, por otra parte no tengo otra cosa que contar que no sea cualquier estupidez sobre ti... tus besos, tus abrazos, tus mensajes, o tus “tequiero”... Si, esos que tanto me gustan y que me alegran el dia sin darme cuenta.