Cambios.

Oscuridad, soledad y silencio. En la penumbra de la habitación meditas sobre todo lo que te ha pasado ultimamente. Increíble y a la vez raro.  De repente te das cuenta de que todo puede alterarse en apenas un instante. Y tú, que nunca lo habías pensado, en ese momento quieres que todo cambie de una vez.

Difícil.

Siempre supe que a ti lo que te va son los tíos difíciles, un tipo duro, macarra, que pase de ti lo suficiente y que te mire con esa sonrisa de chulo por la que te mueres. Que te ponga esa mirada que tanto conoces y que solo pone cuándo quiere algo a cambio, que pase de ti cuándo está jugando o divirtiéndose con sus amigos pero que después venga a decirte cualquier chorrada al oído. Que te llame el sábado por la noche porque quiere verte y te ignore el resto de la semana. Yo se que eres así de complicada siempre te gustaron las cosas difíciles y sobre todo los tíos. Ese con el que discutes por cualquier cosa y te cierra la boca con un beso. Con el que escuchar marea. El que eches de menos en tus días malos y te pongas celosa por verlo con otra tía , al que quieras más que a nada aun que no te guste aceptarlo y lo odies la mayor parte del día. Y es que te gusta el más chulo pero que en el fondo tenga su corazoncito, el que menos caso te haga y el más arriesgado que pueda haber. Y si, estás coladita por sus huesos.

Todo.

Ganas de desfasar, disfrutar y bailar toda la noche. De mandar todo lo malo a la mierda, explotar y evadirte de todo lo que no te interese. Ganas de pasártelo bien a cualquier hora y a cualquier momento del día. Playa, terrazas y fiestas. Un buen libro que te enamore y que te haga llorar y reír, con el que pasar las tardes en las que no te apetezca ver a nadie. Un alguien que te quiera en los bueno y en lo malo, con tus locuras tus paridas y tus gilipolleces. Que te deje en paz cuándo lo necesites y poder verlo cuándo te apetezca. Y después está lo más importante a mi parecer, unas personillas que te alegran los días y que hacen posible todo lo anterior. Esos que están siempre ahí, cuándo más  los necesitas, aun que sea para la mayor tontería. Con los que poder decir estupideces sin que te miren mal y entenderos con tan solo un gesto.

Poco probable.

Tener la posibilidad de congelar los mejores momentos y de deshacerse de aquellos que no vale la pena recordar. Una buena opción con un inconveniente. Y como ya sabes que yo no soy de esas que creen que hay cosas imposibles dejemos esto en poco probable.

Nada.

No saber como decírtelo, ni que pensar, ni como actuar. Atreverse o no, afrontar las cosas de un modo un tanto peculiar...Te preguntas por qué será todo tan jodidamente complicado y, como de costumbre no encuentras la respuesta por ningún lado. Sin solución aparentemente fácil  y adecuada....Nada.

Verano.

Vacaciones y por fin libertad, o por lo menos una pequeña parte de ella durante tres meses que prometen.

Que me da igual...

si vienes o si vas, 

pero llévame contigo

y juguemos a soñar.

Lo has conseguido.

Tú y tu forma de quererme y de recordármelo  a cada momento, esa habilidad de hacerme sentir especial, de hacerme sentir bien. La forma en la que me agarras, me miras y me apartas el pelo de la cara. Ese algo tan tuyo que no sabría describir en unas cuantas lineas y quizás tampoco en un par de hojas. Porque nunca he visto algo así. Capaz de sacarme una sonrisa en cualquier momento del día da igual si es un sábado a las tantas o un lunes por la mañana, eso es lo de menos, de hacerme olvidar el peor de los días aun que solo sea por un instante. Capaz de hacerte querer hasta cuando me enfadas. La verdad es que nunca lo he notado con nadie, y tú, por el momento, lo has conseguido.

Comerte a besos.

Y es que hay ciertos besos que superan con creces el sabor de la mejor golosina, y como no, lo dulce del mejor pastel. ¿No crees?

Una mezcla de estres, agobio y aburrimiento. Necesitas que todo se acabe y relajarte por fin... Un respiro. Un cambio de aires. 

Pequeños detalles con un encanto especial.

Si, esos son los que más te gustan. Tonterías, pequeñeces, cosillas insignificantes para muchos que a veces lo son todo para ti. En esos días en los que odias al mundo y todo lo que hay en el , días simples sin ningún acontecimiento que recordar. Hasta que un pequeño detalle lo cambia todo. Un beso mañanero, volver a oler el perfume de ese alguien que te volvía loca o un buen pastel de chocolate. Una canción que te hace recordar o una foto de hace mil. Un chocolate con churros en invierno o aquel libro con el que lloras sin parar. Las palabras adecuadas al oido y un abrazo con el que olvidarte de todo. Ya sabes, disparates. 

Libertad.

Gritar, saltar, cantar, correr o bailar. Disfrutarlo todo a tope y mandar lo demás a la mierda si, eso mismo es lo que necesitas. Dejar atrás los agobios y las obsesiones, y salir da igual si es a correr, a la playa o a darlo todo en una tarima pero necesitas un cambio de aires. Sacarte de encima todo esto. Tranquilidad y relax pero no en exceso. Fiesta en grandes cantidades y libertad en abundancia.

3.

Inmejorable.

Sin remedio.

Porque en cinco minutos puede pasar de ser la persona más borde del mundo a hacerte sonreír como una imbécil y aun que lo odias por momentos, sabes que en el fondo te encantan él y sus tonterías.

Sonrisas.

Y pensar que lo más probable sea que no vuelvas a ver esa sonrisa que te alegraba las mañanas, o por lo menos nunca la volverás a ver asi. Cada mañana al despertarte, a escasos metros de ti y  acompañada de un "te quiero princesa"  

Riete

De las cosas más absurdas, de las tonterías y de la gente. Ríete de los problemas, de los suspensos y de las mates. Ríete de la vida y de tus paranoias, en clase, en casa o por la calle. Da igual si hace frío o calor, si llueve o si hace sol, da igual que sea verano o invierno, que las cosas te vayan mal o bien. Da igual si la gente te mira mal, es su problema no el tuyo. Ríete de la gente que se preocupa más de tu vida que de la suya y de la que te sonríe y luego te pone a parir por detrás. Ríete de los que te miran con aire de superioridad y con cara de amargados. Cuándo te salgan las cosas mal o te salgan perfectamente bien, ríete cuándo te apetezca. Ríete de todo lo que puedas y si es posible hasta que te duela la barriga.

Cinco.

Alguien con quien poder bailar, gritar cantar y beber hasta no poder más un sábado por la noche y aguante tus royos un domingo por la mañana. Alguien a quien contarle tus paranoias y las aguante durante horas pero a la que también aguantes las suyas. Alguien con la que llorar viendo A Tres Metros Sobre El Cielo mientras os lamentais queriendo tener a un Step. En el que juntas el silencio no es incómodo. Alguien con quien poderte reir hasta que no puedas casi ni respirar y te duela la barriga. Alguien con quien poder pasar la tarde entera en un banco o en un bar tomando algo y cotilleando sobre cualquiera que pase. Alguien con la que con una mirada os entendais a la perfección. Alguien con quien te tomes batidos en las tardes de verano y frikees en las de invierno. Alguien con quien cantar tus canciones favoritas en cualquier sitio, con quien quedar mal delante de todo el mundo, os pongais un poco rojas y en el fondo estar muriendoos de la risa.  Alguien con quien poder decir "Caray ! mira ese", con quien hacer tonterías sea lo normal y alguien con quien las tardes aburridas no aparezcan en el mapa. Yo no me puedo quejar y es que a falta de una, tengo cinco:)