sábado, 26 de noviembre de 2011

Daniel Martín García.

¿Qué la perfección no existe?  Aún no has estado a medio metro de Dani Martín, ¿no?

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Por qué no quererte y punto.

Parece que siempre tiene que ser todo tan jodidamente complicado, no puede pasar y punto, no. No puedo quererte y no perderte. No puedo hacer lo que me de la gana sin hacerle daño a alguien. No puedo tomar mis propias decisiones y quedarme tan pancha. Me gustaría tanto poder querete sin pensar en nada ni en nadie más. Me encantaría poder decir que en este momento te quiero por encima de todo o que no te voy a volver a echar de menos, nunca. Una de dos. O si o no. Porque no puedo quererte y punto. Porque no puedo decidirme de una puta vez. Ni contigo ni sin ti.. Que raro, ¿no?

Lo de siempre.

Deja que me equivoque, que me de la gran hostia para darme cuenta de que lo estoy volviendo a hacer mal. Que vuelva a tropezar con la piedra que está siempre en mi camino. Que la cague y que incluso fracase de vez en cuando. Que esté tan jodida que llore sin parar. Deja de llamarme hasta que te necesite de verdad. Ignórame alguna que otra vez y déjame en paz sin necesidad de pedírtelo. Sácame una tímida sonrisa y tráeme una tarrina de helado en esos malos días. Sigue haciendo lo de siempre has hecho, con eso, me basta.

Lluvia.

Llovía. Llovía tanto aquella tarde de noviembre. Empapados bajo la lluvia refujiándonos entre balcón y balcón. Buscando cobijo en tus besos. El agua que resbalaba por tu cara y mi pelo empapado. Risas tontas mientras me cogías de la mano, mientras corríamos sin rumbo. Y sin necesidad de tenerlo. Tan solo necesitar sentirnos el uno al otro, entre tantas miradas cómplices y besos fugaces. Tardes de lluvia y tormenta. Tardes con él, tardes contigo.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Digamos especial.

Un calendario que te recuerda en que día vives mañana tras mañana, aunque no quieras recordarlo. Un regalo y mil recuerdos. Dos horas antes de que todo ocurra. Sin tener la menor idea de que ese día va a estar marcado cada mes en tu calendario con todos los colores chillones que encuentres en tu estuche. Un momento que lo cambiará todo, radicalmente. Y ya no hace falta que diga que va a ser para bien. Algo con lo que tu sonrisa estará en modo automático durante mucho tiempo. De esas cosas que  te hacen cambiar, que te hacen ver todo de una manera distinta, no digo verlo mejor pero si diferente. Ya sabes, especial.

jueves, 10 de noviembre de 2011

25.

<3

¿Un si que no acaba nunca?

Si te digo la verdad, me moriría del aburrimiento. Y no solo contigo, sino con todo. Odio la rutina y hacer siempre lo mismo. Por lo que un si que no acaba nunca sería horrible. Un siempre para mi es una cadena perpetua, una situación de compromiso total sin opción a modificación alguna... Con lo que a mi me gustan los cambios ! Desde el color de mi pelo hasta mi comida favorita, mi forma de vestir y hasta mi estado de ánimo. Y es que a nadie le gusta hacer lo mismo todos los días. Sería un fastidio ¿no crees?
Pues por eso mismo en mi vocabulario el siempre es bastante escaso. Y es que soy más de un habitualmente o mejor, un cuando nos apetezca.

Te quiero.


Y puede que alguna vez me vuelva algo repetitiva, incluso pesada. Pero... Tengo miedo, miedo a que te olvides o a que dudes de ello, a que si un día no te lo digo pienses que ya no lo hago. Esa es una de las tonterías que se me pasan por la cabeza mientras pienso en ti.  Pienso en el tiempo que esto durará, el jodido tiempo... que tanto se hace de rogar cuando lo pasas realmente mal y se esfuma cuando más lo necesitas. Pero aqui no vengo a hablar del tiempo, porque me da igual. Porque por mucho que pase, rápido o lento, mejor o peor. Yo... Te seguiré queriendo. En silencio.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Jodidamente perfecto.

Como tus labios sobre mi cuello o tus brazos rodeándome con ternura. Como un "tengo ganas de ti" de madrugada acompañado de una sonrisa traviesa. Como un silencio y un cruce de miradas que lo dice absolutamente todo. Como tus ojos verdes y mi sonrisa preferida a apenas unos milimetros de distancia, que en alguna ocasión parece una inmensidad. Como el roce de nuestros cuerpos en una noche fría. Perfecto como tu mirada buscándome entre cientos de personas. Como la cara de tontería y felicidad que tengo cada mañana al verte en mi cama, junto a mi. Y es que  todo eso de que la perfección no existe son chorradas. Si con eso se refieren a que no todos tenemos el mismo ideal de perfección, estoy de acuerdo, pero de ahí a que no exista... bah, tonterías. Porque para mi lo perfecto es todo esto, eres tú y sobre todo, nosotros.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Ese jodido mundo.

Siempre me ha gustado soñar despierta. Con toda esa claridad que no tienes cuando duermes. Estar completamente en tu mundo sin que nadie interrumpa tu tranquilidad y sobre todo tus sueños, que transforman tu peculiar realidad en un lugar genialoso. Porque la verdadera realidad, esa que no está en tus sueños, en ocasiones te hunde de tal manera que es imposible salir de ahí o por lo menos eso es lo que parece. Cuando por capricho tu agobio se multiplica y llegando todo de golpe se apodera de tu vida. Por no hablar del dolor, o de la tristeza... que puta puede llegar a ser la tristeza, llegando a teñir tu mundo de gris y a cambiar todo lo que antes era fantástico a tu alrededor. Por eso a mi siempre me ha gustado soñar despierta. Porque me ayuda a evadirme y a escapar de esa realidad y de ese jodido mundo. Pese a que solo pueda ser por unos instantes, me encanta.

Al amanecer

Esta noche no se lo que quiero. Todo esto me gustaba mucho más antes, cuando me rompías las medias y me mordías los labios. Pero ahora algo cambió en ti, ni yo se el porqué pero tú ya no eres el de antes. El que me quitaba el aliento con tan solo rozarme y me volvía loca cada noche. Entre caricias y susurros. Ese chico algo macarrilla y para nada cursi. Al que parecía ni nadie le importaba. Pero al que no le importaba dedicarme un "te quiero" en el momento justo, sin pasarse y sin decirlo demasiadas veces. Ya que es de los que piensan que perdería significado. Con el que reirte sin parar. El punto perfecto para hacerse querer. El que me tenía enganchada a las noches en su cama, a las noches perdiéndome en él. Perdiendo el control, entre sus labios y mi cuello. Despidiéndonos al amanecer, como cada noche.

martes, 1 de noviembre de 2011

Quien pudiera ser dueño de sus recuerdos.

Los recuerdos. Algo tan importante y que a veces nos fastidia tanto tener, porque no todos son tan increíbles como el primer beso, aquella noche inolvidable o las tardes con tus amigos. No todos tus recuerdos son dignos de no ser olvidados. Y es que hay algunos que nos gustaría borrar de nuestra memoria para siempre,  eses son los que suelen estar más presentes, dando la tabarra en cuánto te despistas y, otros que tanto te gustaría conservar y que en cambio se esfuman sin darte ni cuenta. Yo no se como son los vuestros pero mis recuerdos son horriblemente caprichosos. Porque yo, apenas recuerdo su voz y sus abrazos que tanto necesito y por supuesto me acuerdo perfectamente de mis mayores gilipolleces y de mil cosas que he hecho mal.
"Han pasado demasiados años como para que te acuerdes" o "eras demasiado pequeña" es lo típico que se suele decir para excusar a la memoria y sus manías. A mi personalmente me encantaría acordarme siempre de esos pequeños detalles, pequeñeces que realmente te marcan para siempre y que muchas veces quedan en el olvido. Seleccionar mis recuerdos, algo que si lo dices así parece tan fácil y que en realidad nadie puede alcanzar.