lunes, 1 de agosto de 2011
Puede ser.
Que te quiera cuándo tu ya has dejado de hacerlo y que me guste la playa en invierno. Puede ser que me guste escucharte por teléfono, en silencio. Que tenga ganas de estar contigo cuándo ya no estás y me gusten los abrazos no correspondidos. Las conversaciones sin sentido y los mensajes que solo entendemos tú y yo. Todo aquello que odio solo de vez en cuando y que me encanta por momentos. Cosas insignificantes, inexplicables. Puede ser que me encante tu olor de madrugada y no me guste nada por la mañana. Tal vez me gustes más un sábado que un lunes. Pero no lo dudes, me ecanta perderme. Contigo.
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